Asistencia partos en casa

AsistenciaPartosCasa

Corresponde a la actividad que he ejercido, dentro de mi profesión, más continuada en el tiempo. Ya cuando estudiaba la especialidad en la Universidad Complutense de Madrid, participé como voluntario en el seguimiento y asistencia de varios partos en casa. Era una de las múltiples razones por la que decidí ejercer de comadrón y la misma se confirmó cuando comencé a tener allí en Madrid mis primeras experiencias con los nacimientos en el hogar y, como no, también con el parto hospitalario, que es una variable del nacimiento fuera de la propia casa, el lugar donde la pareja puede vivir más plenamente su fisiología, su sexualidad y su reproducción.

Así que llevo asistiendo partos en casa más de 32 años…¡.Uff! Me siento ya viejo en esta profesión y en esta labor….

Al principio, cuando empecé en Mallorca, año 1985, venía bastante “rebotado”, por decirlo así, de la práctica hospitalaria donde había aprendido o me habían enseñado a asistir partos. En aquellos tiempos extremos, el llamado “parto industrial” se encontraba en pleno apogeo…En los grandes hospitales se atendían montones de partos debido al desarrollo de la sociedad urbana por la ingente emigración de las familias de los pueblos a las ciudades debido a la búsqueda de trabajo y al cambio de paradigma del campo al industrial.

Cada día, desde los años 70 se asistían cientos de partos en las grandes ciudades, y los hospitales no daban abasto…Eso supuso la pérdida del concepto básico de la asistencia del parto, la paciencia, la espera, el tiempo como herramienta, el respeto a la naturaleza humana, fisiológica….el respeto a la individualidad de cada mujer, de cada familia, que hasta hacía poco se practicaba en los pueblos a cargo de las comadronas rurales….

Había que ponerse las pilas….procurar que los partos fueran ágiles, iguales, protocolarios, intensos y rápidos….La utilización de la Oxitocina sintética se hizo habitual, y con ella otros elementos más como “romper siempre la bolsa”, “inducir partos”, “estirar con fórceps o ventosa si el expulsivo se alargaba más de una hora”, cortar el periné practicando siempre la famosa  “episiotomía”, “monitorizar” como norma, no permitir que la mujer se moviera de la cama, no dejarle beber siquiera, ponerle una “lavativa”, “depilar” el pubis, cortar el cordón rápidamente y separar al niño de su madre enseguida, llevarlo al nido hasta el día siguiente…. ¡Terrible!, por no llamarle otra cosa.

Naturalmente, todas esas prácticas “industrializadas” del parto al que llamamos “medicalizado” influyeron negativamente en la “morbilidad” iatrogénica, es decir, provocaron la aparición de problemas derivados de la propia práctica, no en sí del parto…..Esos problemas, desgraciadamente, a veces eran gravísimos y, a pesar de que laAsistencia3 hospitalización y medicalización del parto rebajó la tasa de mortalidad perinatal en España, muchas víctimas quedaron en el camino por la imposición de estos protocolos “bárbaros” al aplicarse de manera masificada…

Me acuerdo que en aquellos tiempos fue invitado a una jornadas en Madrid Frederick Leboyer, el famoso ginecólogo francés autor de “Nacimiento Sin Violencia”….La conferencia fue multitudinaria…Y al final una madre de varios hijos le preguntó: ¿Cómo podemos hacer para dejar de ser tratados como un número más en esta asistencia hospitalaria llamada “parto industrial”?. El dr. Leboyer, que más que médico es sabio, y que en los últimos años de su vida ha sido “monje budista”, le contestó: “Usted deja de ser un número y deja de ser tratada industrialmente en su parto y en el de su hijo que nace si reivindica claramente quién es, qué es lo que quiere, qué es lo que no quiere y lo que no va a permitir, cómo quiere hacer las cosas y hasta donde va a dejar que le acompañen en eso que es parir, recibir a su hijo de manera respetuosa, sin violencia….usted deja de ser un número si dice ¡soy yo y mi hijo!”

¡Ahh, esa respuesta me acabó de lanzar al universo donde trabajo fielmente…! Me encantó la filosofía de Frederick….¡Sé tú y dejarás de ser un número! Y eso nos sirve a todos-as en todos los aspectos de la vida….Es la máxima para crecer, para elevar la conciencia como personas, e incluso como grupos, como pueblos, como usuarios incluso de un sistema sanitario, educacional, filosófico, político…Algo que la famosa “globalización” del pensamiento único y de las estructuras pretende ahogar y suprimir….

Si la conciencia duerme, el mundo se mete poco a poco en un túnel oscuro y frío…Si la conciencia está despierta, el mundo se mueve hacia la Luz y la Vida…..

Una vez que acabé mis estudios como especialista, regresé a Mallorca y puse rápidamente en marcha el “Grup Néixer”, para elaborar otras formas de atender y acompañar el embarazo, el parto, y la crianza. Compaginando todo ello con mi actividad como comadrón rural en un pueblo, trabajando para el sistema público, poco a poco tomó forma lo que hoy es, entre otras cosas, mi espacio y mi forma dentro de la asistencia de los partos a domicilio aquí en Mallorca.

LA INTIMIDAD, LA LIBERTAD Y EL RESPETO SON LO MÁS IMPORTANTE

Para mí es la base de la asistencia a cualquier parto…Como profesionales debemos escuchar, aprender y ayudar a decidir a los padres y básicamente a la madre en sus consideraciones y reivindicaciones sobre cómo es la manera en la que quieren recibir a su hijo en el mundo. El ambiente que desean y que no desean, la manera en que quieren que les ayudemos, y que no les ayudemos…,las formas, el lenguaje, los acompañantes con los que quieren compartir el nacimiento, el lugar, el sistema como piensan hacerlo, las emociones y espiritualidad con la que se preparan para este momento….Sus expectativas, su relación como padres y como pareja….

No es un número, como hemos dicho antes, son tres almas en constante evolución las que van a protagonizar la increíble experiencia del nacer y del parir.

NUESTROS PROTOCOLOS

Se adaptan, pues, a lo expuesto anteriormente. Son muy importantes las visitas en la consulta, donde intercambiamos pareceres, experiencias, la evolución del embarazo, el cómo está colocado el bebé,  cómo se mueve, lo grande que es, cómo se van estirando los músculos y se abre la pelvis…, cómo se siente la madre y su pareja ante las expectativas del parto y la maternidad…y por supuesto también comentamos las últimas analíticas y controles.

Hay un día donde explicamos la lista de material de parto para que vayan preparando con mucho amor las cuatro cositas que han de comprar en la farmacia, las sábanas y las toallas planchadas o pasadas por el horno, la maleta por si acaso el parto acaba en el hospital, las bolsitas de hielo…..(Nosotros, por supuesto, llevamos el material profesional, que siempre está presente y del cual casi nunca utilizamos nada…)

Y Asistencia2así llegamos a la famosa “Cena de parto”, que se celebra más o menos un mes antes del parto en la casa donde la pareja quiere parir.

Es un ritual muy bonito donde la pareja nos invita, a todo el equipo, dos Doulas y yo, a la intimidad de su hogar, para compartir también con los acompañantes que haya elegido unas horas de “familia”, “complicidad” y “confianza” en las que crearemos entre todos un ambiente previo al parto lleno de energía positiva, amor y paz para un proyecto en el que la pareja compromete toda su sensibilidad y nos da la oportunidad de ayudarles con todo nuestro saber. Indudablemente, el participar activamente en ese acontecimiento tan importante en la vida es un orgullo para mí y las Doulas, y se convierte en un auténtico privilegio.

En la reunión también miramos el material que han comprado y donde lo van a guardar, para no andar preguntando en los momentos intensos….

Hablamos de todas las contingencias que se pueden presentar en un parto, del “consentimiento informado”, de nuestros papeles respectivos como equipo y de cualquier duda que les pueda surgir.

Algunas parejas expresan su deseo de dilatar y/o parir en el agua, si ellos no disponen de “piscina” la traemos nosotros mismos y, cumpliendo los requisitos que se necesitan para hacerlo con seguridad, contamos con una herramienta más para aliviar el dolor en las horas “fuertes” de la dilatación.

Posteriormente, en las últimas semanas nos comprometemos a estar de guardia localizable 24 horas e intensificamos las visitas en la consulta para valorar cómo se prepara el cuerpo para el gran acontecimiento….Siempre podemos ayudar con Homeopatía, una de mis herramientas básicas, para que el organismos mente-cuerpo vaya preparando la “gran transformación, expulsión y recepción” de la vida.

LA ASISTENCIA DEL PARTO

La mujer o su pareja llama cuando comienza a sentir algo “diferente” a lo que había sentido hasta ahora. Eso sirve para valorar si el proceso está empezando, y estando en contacto permanente sabemos cuándo debemos acudir a la casa…Hay parejas que quieren intimidad el máximo de tiempo posible y se lo respetamos, siempre teniendo en cuenta que es importante que el equipo pueda llegar con tiempo y tranquilidad a la casa. En otras ocasiones llegamos más pronto y siempre dispuestos a adaptarnos al ritmo de cada parto.

Un parto puede ser más largo o más corto dependiendo de muchos factores como la constitución psicofísica materna, la constitución y presentación del bebé, la actitud de la madre, el ritmo de contracciones…

Normalmente, cuando un parto funciona favorablemente y todo está en equilibrio, mi papel es mero observador, valorando que madre e hijo estén en buen estado y a esperar con paciencia….hasta el momento del expulsivo, donde estoy al cien por cien presente.

Durante la dilatación las Doulas hacen un papel primordial, con sus conocimientos y experiencia van acompañando a la madre mientras transita por las diferentes etapas del proceso, se centran sobretodo en el aspecto emocional y la ayuda práctica: cuidan de los detalles, ofrecen palabras de aliento en el momento oportuno, dan masajes que alivian las sensaciones físicas, ayudan con la respiración, sugieren posturas, acomodan la temperatura, las luces o los cojines, se encargan de la piscina de parto, pueden organizar las comidas, están pendientes de la pareja… cualquier cosa que facilite la experiencia. Yo siempre digo que ellas son como la epidural, pero sin efectos secundarios.

Si un parto se presenta difícil y largo, pero madre e hijo están bien, siempre presentaré alternativas para que la madre y el hijo no lleguen al agotamiento físico y psíquico…Para eso estamos ahí, y para eso nos quieren las mujeres…. para ayudar en los momentos difíciles.

Cuando empecé tenía la idea de que en un parto nunca se debe hacer nada más que esperar….Ahora, después de ochocientos partos y más de treinta años de experiencia siento que no es así siempre, sino que cada parto es un mundo diferente, igual que cada mujer y cada bebé. Sólo así, desde la individualidad, puedes saber si debes proponer algo a la parturienta antes de que se agote y se le haga demasiado pesado….Viendo el camino que está llevando el proceso….

Asistencia1Con años y experiencias he llegado a la conclusión de que utilizar para todo el mundo las mismas técnicas como se hacía antes es tan equivocado como desdeñar en principio cualquier ayuda que se salga de la fisiología del nacimiento. No siempre la naturaleza actúa como quisiéramos, y para eso está la experiencia y los consejos de quien atiende el parto y sabe cómo puede favorecer un proceso difícil para la madre o el bebé.

Las personas y las familias que paren en casa son de diferente cultura y posición social, aunque casi todas tienen un nivel cultural medio-alto y un altísimo nivel de conciencia personal sobre su salud y autocuidados, es decir, es gente que se cuida mucho en todos los campos, alimentación, ejercicio, cultivan su espíritu y su alma, se preocupan por el medio ambiente y por el mundo que estamos dejando a nuestros hijos….

Hemos atendido partos en pequeñas y humildes casitas en el campo …y en inmensas mansiones en lugares privilegiados de la isla, en pisos donde al final todos los vecinos se enteran de que hay un parto..en pueblos todavía familiares que la venida al mundo de un nuevo vecinito se convierte en un acontecimiento feliz para todos por haber nacido allí, como antes; en yates, donde siempre acabo mareado….En fin, podría contar y contar anécdotas de todo tipo que me guardo para escribir algún día un buen libro sobre “los mil colores del amanecer”….

Indudablemente, después del nacimiento exploramos al bebé procurando no romper la magia íntima del vínculo madre-hijo, o madre-hijo-padre…exploramos a la madre también después del alumbramiento placentario, arreglamos “papeles”, que son muchos (certificado del nacimiento, estadísticas nacionales de los juzgados, librito de revisiones, sobre de las metabolopatías, estadísticas propias…), y posteriormente me suelo quedar varias horas de guardia para comprobar y “vigilar” que madre e hijo se encuentran perfectamente, que la lactancia comienza con ganas…en fin, que todo el proceso de la vida se manifieste con sencillez y fuerza, en los parámetros flexibles de la normalidad…

LOS TRASLADOS AL HOSPITAL

De esos ochocientos partos, un quince por ciento acaba en el hospital , pero no de manera urgente, sino por razones de la fisiología mecánica, por partos estacionados, por serias dificultades para dilatar, desproporciones, excesivo dolor, etc. etc. y frente a los cuales es interesante, o así o aconsejo yo, la utilización de la anestesia epidural, el empleo de oxitócicos, o si no hay más remedio otras técnicas más intervencionistas o quirúrgicas. A veces la gente me pregunta : ¿Y por qué siendo tan “naturista” aconsejas estas cosas? Mi respuesta es clara: La técnica moderna y la medicina moderna sirven para algo también. Una cosa es la masificación a la que está llegando el intervencionismo hospitalario en los partos, las cesáreas, los fórceps y ventosas, las inducciones…las anestesias.., y otra es la negación sistemática de cualquier adelanto tecnológico….El progreso se debe emplear adecuadamente…y eso lo saben todos los obstetras del mundo.

Hasta hace pocos años, acudir al hospital con una partera que había empezado su parto en casa, era una odisea, pues la actitud del personal de guardia era durísima y culpabilizadora, altamente crítica, despreciativa hacia la partera y su pareja, hacia nosotros como profesionales, y rara vez no rozaba la grosería y la humillación. Allá con la conciencia de esos mal llamados-as “profesionales” vacíos de lo más importante: sensibilidad y respeto. Hoy, tiempos en que la mujer y sus derechos han  ido progresando en la sociedad española, y con ellos, siempre a la cola, el poder y la conciencia médica, todo ha ido cambiando, y hacer un traslado al hospital de un parto domiciliario, no es un acto tan traumático y se va normalizando poco a poco a fuerza de la cantidad de partos y equipos que hoy en día coexisten.

Asimismo, y para la mujer, el traslado, aparte del sentimiento de frustración que pueda suponer, en muchos casos representa una segunda oportunidad que completa la primera o la complementa, ya que el trabajo efectuado en la casa sirve muchas veces para que en el hospital  se llegue a un parto por vía vaginal, que siempre deja mejor huella que una cesárea. En cualquier caso, y salvo raras excepciones , las parejas cuyo parto acaba en el hospital viven su experiencia como altamente enriquecedora y profunda, pues agradecen el comienzo del nacimiento de su hijo-a en un espacio propio lleno de intimidad, libertad , amor y comunión con la vida.

Espiritualmente hablando, todos sabemos que “el hombre propone…y Dios dispone…” En muchos momentos importantes de la vida la “Enseñanza” no está donde pensamos, sino en otro camino o en otro lado, o en otra experiencia que con el tiempo comprendemos imprescindible para nuestra senda personal de crecimiento.

LAS VISITAS DEL POSTPARTO

Hago varias visitas a la casa que son imprescindibles para que la madre y el hijo no deban trasladarse a ningún otro lugar desde su nido particular y hermoso, donde se van a conocer y reconocer, mirar y remirar, acariciar y acurrucar durante días….

Si surgen problemas de lactancia, las madres cuentan también con los conocimientos de las doulas que son “Asesoras de lactancia”, y está comprobado que un buen inicio facilita la instauración y una evolución favorable, evitando los típicos problemas que impiden disfrutar de una lactancia feliz.

Más tarde visitaré a madre e hijo en la consulta, donde seguiremos valorando la evolución de la lactancia, el peso, medidas, psicomotricidad, reflejos, actitudes del recién nacido, y el estado general de la madre, sus dudas, su útero, pechos, cansancio, observaciones….Así durante un mes dividido en varias visitas y complementado con todas las consultas telefónicas necesarias para que esos principios de toda una vida sean vividos con el mayor equilibrio de maternidad y crianza…